Golpe de calor en ancianos

13th julio, 2017 Geriatel

Lo cierto es que el calor en verano no les afecta a todos por igual, y este es el caso de los niños y de los ancianos. ¿Cómo les afecta el golpe de calor durante la época estival? 

En los días de altas temperaturas es necesario estar atentos y llevar a cabo una serie de precauciones y cuidados que nos ayuden a combatir el calor y garantizar su bienestar y salud en todo momento.

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recuerda que los ancianos son los que corren mayor riesgo durante el verano.

¿Por qué son los ancianos más vulnerables ante las altas temperaturas?

Por un lado porque su organismo responde peor a estas temperaturas elevadas, y por otro, porque suelen tener una menor sensación de sed, olvidándose de beber y deshidratándose con mayor rapidez. Además, debemos también tener en cuenta si sufren alguna enfermedad crónica, sobrepeso o están medicados, como pasa en la mayoría de los mayores.

Exactamente el golpe de calor se refiere cuando nuestro cuerpo mantiene el calor corporal estable entre los 36 y los 37 grados, pero cuando traspasamos los 40 grados y nuestro cuerpo no es capaz de eliminar este exceso de calor es cuando se produce el llamado «golpe de calor».

En ese preciso momento es cuando sucede la temida hipertermia; momento en el que los mecanismos de regulación térmica de nuestro cuerpo son superados, por lo que nuestro cuerpo ya no puede responder ante las altas temperaturas.

Esta hipertermia o golpe de calor puede tener consecuencias muy graves, con una tasa de mortalidad del 70% aproximadamente, por lo que debemos prestar especial atención a los síntomas de la hipertermia durante el verano con tal de poder combatirlo a tiempo.

¿Cuáles son los síntomas más comunes para identificar un golpe de calor? Dolores de cabeza, sensación de boca seca y pastosa, náuseas, vómitos, mareos, escalofríos, piel seca y enrojecida, calambres musculares, confusión, desorientación o falta de sudoración, entre otras.

Por otro lado, existe un alto grado de deshidratación si no se reemplazan correctamente los líquidos que perdemos a causa de las altas temperaturas. En estado de deshidratación la presión arterial desciende, nos sentimos débiles, incluso aparece algún que otro calambre muscular. Si no nos hidratamos rápidamente perdemos la capacidad de sudar; la piel se vuelve seca y enrojecida, la temperatura corporal aumenta progresivamente hasta superar los 40 grados y así entramos en estado de hipertermia.

A continuación, desde Geriatel queremos señalar una serie de consejos para saber cómo prevenir los golpes de calor durante el verano en ancianos.

  • Beber muchos líquidos (aguas, zumos, infusiones…) aunque no se tenga sed, ya que la falta de sed en ancianos suele ser muy engañosa.
  • Evitar digestiones muy pesadas mediante comidas ligeras.
  • No exponerse al sol cuando las temperaturas y la humedad son excesivamente elevadas.
  • No realizar actividad física que aumente el esfuerzo y la sudoración en horas de mucho calor.
  • Ventilar bien la casa para que esté fresca.
  • No quedarse esperando en coches aparcados, ya que son lugares donde el calor se concentra rápidamente.
  • Evitar ropa ajustada y escogeremos tejidos ligeros como el algodón y los colores claros. A poder ser llevaremos una gorra para proteger la cabeza del sol.

Desde Residencias de ancianos en Madrid, esperamos que con estos consejos y explicaciones sobre los golpes de calor en ancianos puedas pasar un verano más tranquilo, seguro y fresco.