En GERIATEL las personas mayores son nuestra dedicación diaria
ContáctenosEl 21 de septiembre se celebra todos los años el Día Mundial contra el Alzheimer declarado por la Organización Mundial de la Salud, es el día más importante del año para todas las Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias y de la propia CEAFA.
En el ámbito nacional, la Confederación ha decidido promocionar este día en 2016, con el siguiente lema: “El valor del cuidador”. Por lo que se le quiere dar la importancia que se merece la figura del cuidador del familiar de una persona con alzheimer u otro tipo de demencia. Es, sin lugar a dudas, uno de los principales protagonistas.
En España, existen 1,1 millones de personas que sufren esta enfermedad neurodegenerativa de forma directa y más de 3,3 millones de amigos y familiares que le plantan cara haciéndose cargo del paciente.
“El diagnóstico de Alzheimer es un golpe para la familia y para la persona diagnosticada. La familia reaccionará ante la enfermedad dependiendo de su vulnerabilidad y de su grado de fortaleza”.
Es importante que la familia conozca la enfermedad para poder asumirla, además de conocer las intervenciones existentes para frenar el deterioro.
Los expertos aseguran que está en nuestras manos que el paciente con alzheimer disponga de un ambiente adaptado a su discapacidad y siga formando parte de él. Por su dificultad para responder, los estímulos se disminuyen en su entorno y el paciente pasa a no participar en ninguna actividad del hogar. Pero, aunque no tenga capacidad para el lenguaje, sigue teniendo bastante capacidad de reacción sensorial, como las caricias afectivas, hasta periodos avanzados de su enfermedad. Así que no dejemos de hacerlo porque pensemos que ya no lo sentirán, todo lo contrario, mucho más aún si cabe.
Señalan que, es más importante cuidar los estímulos luminosos, sonoros y sensoriales que rodean al paciente con Alzheimer. De hecho, algunos estudios científicos señalan que “determinados niveles de luminosidad -la luminoterapia– ayudan a combatir la agitación persistente o la inquietud psicomotriz y los episodios depresivos en estos enfermos”, por lo que les suele ayudar estar más al aire libre.
Además, el contacto con los niños y los animales es beneficioso para ellos, puesto que se ha demostrado que el tacto y el contacto con los perros o los pequeños funciona al poder darle la oportunidad de ser autónomos y saber manejarse por sí solos.