Cómo afecta a los mayores el cambio de estación

17th octubre, 2019 Geriatel

Está claro que el cambio de estación, en este caso del verano al otoño, conlleva cambios climatológicos y que estos a su vez nos afectan a distintos niveles. Como una de las residencias de ancianos más importantes de la Comunidad de Madrid queremos informarte de qué modo lo hacen en el caso de las personas de la tercera edad.

Al igual que las altas temperaturas del verano pueden provocar golpes de calor en los ancianos, la bajada del termómetro en invierno también puede repercutir gravemente en su salud. Por eso es clave tener presentes las principales enfermedades y afecciones que pueden llegar a padecer las personas de avanzada edad. Porque por lo general todo el mundo tiene la salud más sensible en los cambios de estación, pero los ancianos y los niños son más vulnerables. Se debe a que su sistema de defensas es más delicado.

Enfermedades más comunes con el cambio de estación:

– Hipotermia
Con las bajas temperaturas aumenta el riesgo de padecer hipotermia. Se da cuando la temperatura corporal baja de forma brusca y el organismo no se adapta rápidamente al nuevo clima. En el caso de los mayores, hay que estar alerta ante los primeros signos de hipotermia. Esta tiene lugar cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35ºC. Los síntomas más comunes son: temblores, problemas al hablar, ralentización de la respiración, palidez, cuerpo frío, fatiga, falta de coordinación, etc. Además, los cambios de temperatura suelen agravar problemas como la artrosis.

– Gripe y resfriados
Esta situación puede darse tanto en invierno como en verano debido al contraste que suele haber entre el interior de las casas y el exterior. En general la gripe no es una enfermedad grave pero, en el caso de los ancianos que viven en las residencias Geriatel, esta afección puede agravarse y convertirse en pulmonía o neumonía. En este sentido, es clave llevar una buena alimentación, evitar los cambios bruscos de temperatura y vestir ropa adecuada para preservar la salud de nuestros mayores. Por supuesto, también estar atentos al calendario de vacunación para los grupos vulnerables.